En medio de los cambios que trajo la pandemia, descubrí en el surf mi escape y mi refugio. Mientras la vida cotidiana se alteraba, las olas me ofrecieron una conexión única y la oportunidad de encontrarme a solas con el océano. A medida que mis amigos se alejaban debido al COVID-19, el surf se convirtió en mi compañero constante, una manera de encontrar libertad.

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En este viaje, tuve la suerte de cruzarme con mentores que me guiaron en la exploración de las olas. Entre ellos destaca Joey, el creador de "Nohoch Surf", una escuela que se encuentra en Puerto Aventuras.

Joey no solo se convirtió en mi amigo y entrenador, sino que también fue la persona que me introdujo al emocionante mundo del surf, junto a sus coaches como Kevin, quienes me apoyaron en mis primeros pasos.

Gracias a ellos, mi conexión con las olas se volvió más fuerte y profunda.

Estas influencias me motivaron a abrazar con pasión el mundo del surf.

Cuando finalmente tomé la decisión de entrar en competiciones de surf, fue Marcelo quien moldeó mi enfoque y me impulsó hacia un nivel superior. Su sabiduría y enfoque estructurado encendieron en mí una pasión competitiva que me motiva a superarme en cada ola.

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Mis valores en la vida y en el agua son simples pero profundos. Abrazar el momento presente, entrenar con intensidad, irradiar amabilidad y disfrutar del viaje son los pilares que guían mi camino. Cada ola es un recordatorio de sumergirme en la experiencia, conectando con la esencia del universo mientras surco las aguas.